Nov 09 ,2016 | No hay comentarios

Cómo elegir un curso en un mercado de trabajo 2.0 por Alfonso Alcántara

¡Sé un profesional a la medida del mercado!

 

Nunca permito que mis estudios sean un impedimento para mi formación — Mark Twain.

Elegir formación, ya sea para uno mismo o para otra persona a través de un proceso de asesoramiento, implica tomar decisiones partiendo de una situación actual hacia otra deseada. Sin embargo, a menudo la formación elegida no cumple con nuestras expectativas o no nos aproxima a la situación deseada, ya sea esta una mayor empleabilidad o mejores alternativas en el mercado de trabajo actual.

¿Cómo reconocer qué formación dará lugar a mayores posibilidades de empleo en cada momento y será más valorada por el mercado de trabajo? A continuación se plantean 20 preguntas y 3 estrategias con las que afinar una búsqueda y elección óptimas de la formación, por medio del autoconocimiento y la evaluación.

 

Analiza el mercado de trabajo actual

Si crees que ya no hay trabajo de lo tuyo, lo tuyo ha dejado de ser un trabajo. Si nunca pudiste trabajar de lo tuyo, lo tuyo nunca fue un trabajo.

¿Conoces cuáles son los empleos y los perfiles profesionales más valorados y demandados hoy día?

Mantenerte actualizado acerca de los empleos y ocupaciones más demandadas te permite enfocar tu trayectoria laboral y formativa, y es relativamente sencillo dada la cantidad de estudios y análisis del mercado laboral que se encuentran a disposición online.

Tal es el caso de las encuestas publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que ofrecen datos sobre empleo por períodos de tiempo, incluyendo información sobre el sector que más contrataciones realizó y la modalidad de contrato que más se utilizó, entre otros. También puedes encontrar información dentro de un ámbito en concreto como es el digital, donde estudios especializados analizan cuáles son las profesiones más demandadas por las empresas actualmente.

Asimismo, es imprescindible establecer unas expectativas claras de hacia qué empleos nos llevará la formación, teniendo en cuenta también para cuáles se produce un mayor número de contrataciones.

 

Preguntas para evaluar el mercado de trabajo actual

  1. ¿Conoces la formación y habilidades más demandadas en el mercado de trabajo hoy día?.
  2. ¿Cuáles de tus competencias actuales podrías aportar a este mercado de trabajo?.
  3. ¿Qué formación sería imprescindible adquirir para tener más oportunidades en él?.
  4. ¿Qué competencias tendrías que entrenar para tener más oportunidades en él?.
  5. ¿Por qué medios (formativos, experienciales,…) podrías adquirir tales competencias?.
  6. ¿En qué están trabajando las personas que finalizaron en los últimos dos años la formación que te planteas hacer?.
  7. ¿Pueden convertirse esas personas en contactos con los que aprender y ampliar tus posibilidades de empleo?.

 

No busques trabajar solo en aquello que te gusta, sino también en aquello en lo que aportas valor.

 

Valora el coste de oportunidad

Como se ha adelantado en la estrategia anterior, a la hora de iniciar una formación es importante establecer expectativas realista de hacia qué cantidad (y calidad) de oportunidades nos llevará, pues el solo realizarla se vincula a menudo a oportunidades laborales sin suficiente fundamento.

Y es que el tiempo y recursos invertidos en realizar una formación deben valorarse no solo en términos netos, sino teniendo en cuenta que implica dejar de dedicar tiempo a otras opciones y de apostar por otras alternativas.

Frederick y sus colegas diseñaron un estudio para comprobar si los consumidores contaban con el coste de oportunidad en su toma de decisiones. Una de las preguntas de su estudio fue la siguiente:

 

Imagínate que has estado ahorrando un poco de dinero para comprar algunas cosas y en tu última visita al vídeoclub ves un vídeo nuevo con una oferta especial. En este vídeo salen tu actor o tu actriz favoritos y es el tipo de película que te gusta. Tiene un precio de 14,99 dólares. ¿Qué harías en esta situación? Opción A. Comprar este vídeo ameno; Opción B. No comprar este vídeo ameno. Ante la disyuntiva, el 75 por ciento compró el vídeo y sólo el 25 por ciento no lo compró.

Posteriormente los investigadores hicieron la misma pregunta a otro grupo de gente, pero con una modificación en las opciones: A, Comprar este vídeo ameno. B. No comprar este vídeo ameno y guardar los 14,99 dólares para otras compras. El 45 por ciento de la gente decidió no comprar el vídeo. ¡El recordatorio casi duplicó las posibilidades de que la gente no efectuara la compra! Considerar otras alternativa posibles (“si quisieras, podrías comprar otra cosa con este dinero”) es suficiente para cambiar y en algunos casos mejorar nuestras decisiones.

Tener en cuenta el coste de oportunidad forma parte de las 10 claves para tomar decisiones más acertadas en el contexto de la planificación profesional: aumenta tus opciones, prueba en lugar de predecir, evalúa el coste de respuesta, evita el sesgo de confirmación, estudia los casos de éxito, si no hay desacuerdo búscalo, no dejes que las decisiones a corto plazo decidan por ti, toma distancia, prepárate para el error, cuándo reconsiderar una decisión.

 

Preguntas para valorar el coste de oportunidad

  1. ¿Cuáles han sido los beneficios obtenidos a partir de tu formación en el pasado (oportunidades, contactos, ingresos, conocimientos,…)?
  2. ¿Crees que podrías haber accedido a esos beneficios de no ser por tu formación?
  3. ¿Cuáles serían los beneficios obtenidos a partir de la formación que te estás planteando hacer?
  4. ¿Se ajustan estos beneficios a la inversión que tendrás que realizar (tiempo, dinero, esfuerzo,…)?
  5. ¿Estás haciendo ya todo lo que está a tu alcance para mejorar tu empleabilidad (gestión de contactos, uso de redes sociales, búsqueda de empleo sistemática,…) al margen de iniciar una nueva formación?
  6. ¿Has evaluado alternativas como la movilidad geográfica para encontrar alternativas profesionales y formativas de mayor valor?

 

No aprendas profesiones, aprende a ser profesional

La formación es un medio, no un fin

Es posible concretar varias habilidades que permiten al profesional cumplir con tareas polivalentes, esto es, útiles y necesarias sea cual sea su ocupación, sin menoscabo de su especialización o ámbito de trabajo elegido. Entre ellas destacan:

 

Habilidades de comunicación. La gestión de contenidos, la comunicación, la persuasión y la venta son competencias muy apreciadas hoy día dado el nivel de competencia existente entre las marcas y organizaciones.

Social Media. Enlazando con la comunicación, la gestión de la presencia en redes sociales es una competencia de gran valor que muchos profesionales deben utilizar para posicionarse en el mercado.

Gestión administrativa personal. El conjunto de tareas que van desde la facturación, el envío de ofertas a clientes, la gestión de nuestro email o la participación en eventos, son imprescindibles para los profesionales independientes, de forma que si no las pueden realizar ellos mismos tendrán que contar con alguien que las realice por ellos.

Programación informática. Hoy día son mayoritarias las tareas que implican el manejo de aplicaciones y plataformas informáticas, lo que da lugar a una alta demanda de perfiles tecnológicos.

Networking. Otra de las competencias que precisa de habilidades informáticas, y que a su vez es útil para optar a más y mejores oportunidades laborales es la gestión de nuestros contactos, aquellas personas y empresas que hemos conocido a través de diferentes situaciones o experiencias y con las que podemos compartir nuestros intereses profesionales.

 

Así, las habilidades digitales o 2.0 se han ido estableciendo en las últimas décadas como una metacompetencia, útil en cualquier ámbito profesional. Por ello no es de extrañar que la programación y el marketing digital, la analítica o el big data formen parte de los perfiles más demandados.

Para desarrollar este tipo de habilidades existe formación especializada como la ofrecida por Bejob, la cual está adaptada a cada temática tecnológica concreta, incluye entre otros cursos de una semana de duración que permiten evaluar su eficacia en poco tiempo, y se asocia a información sobre el número de ofertas de empleo para cada competencia.

Además, esta plataforma te permite acceder a una formación especializada en muchas áreas de las más demandadas del mercado actual: marketing online, desarrollo web, 3D, programación, Cloud AWS/Amazon y todo certificado por la Universidad de Alcalá y el grupo Santillana.

 

Preguntas para decidir qué habilidades entrenar

  1. ¿Qué competencias o habilidades de las citadas podrías obtener o mejorar a partir de la formación que te estás planteando hacer?
  2. ¿Te manejas bien en tareas de programación o marketing digital a nivel básico?
  3. ¿Crees que mejorar tus competencias tecnológicas te ayudaría a conseguir mejores oportunidades de empleo?
  4. ¿Cuáles de esas competencias estarías dispuesto a mejorar?
  5. ¿Mediante qué competencias has demostrado hasta el momento lo que puedes aportar a un empleo?
  6. ¿Cómo podrías ofrecer mayores evidencias de las mismas utilizando la tecnología?
  7. ¿Podrías obtener más experiencia para acreditar tus competencias en el futuro, al margen de obtener formación?

 

Las competencias específicas valen para algunas profesiones, las competencias básicas valen para todas.

 

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Escrito por Alfonso Alcántara.